¿QUE ES?
El tubo rayos X es un aparato mediante el cual se aceleran unos electrones en primer lugar para después frenarlos bruscamente.
De esta forma se obtiene los fotones que constituyen la radiación utilizada en radiodiagnóstico.
Para conseguirlo este
tubo consta de un filamento metálico
(cátodo) que al ponerse incandescente produce una nube de electrones a
su alrededor esto es lo que se conoce como efecto termoiónico. Estos electrones
son acelerados mediante una elevada diferencia de potencial (kv) y se lleva a
chocar contra una plancha metálica, el ánodo, en donde son frenados liberando
su energía cinética como fotones con mucha energía que constituye los rayos X
utilizados en la práctica clínica habitual.
ESTRUCTURA
CÁTODO
El cátodo del tubo de rayos X es un filamento de un material como el wolframio, molibdeno o rodio que produce electrones cuando es sometido a un calentamiento.
La forma de calentarlo es hacer pasar por el mismo una corriente eléctrica, cuando un metal se calienta sus átomos absorben energía térmica y alguno de los electrones del mismo adquieren suficiente energía como para permitirlos moverse a una pequeña distancia de la superficie del metal.
Este escape es lo que se conoce con el nombre de emisión termoiónica.
ÁNODO
Además
del filamento que es la fuente de electrones el cátodo tiene otros dos
elementos:
· 1-Los cables conectores que son los que suministran el voltaje y el amperaje para calentar el filamento
2-La copa focalizadora la corriente de electrones a través del tubo de rayos X tiene lugar en un solo sentido siempre de cátodo al ánodo. Debido a las fuerzas de repulsión mutua y del gran numero de electrones que forman la corriente esta tendería a extenderse demasiado y bombardera una superficie anódica inaceptablemente amplia. El papel de la copa focalizadora es impedir que esto ocurra.
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